Por la carretera te encuentras de todo, solo hace falta ser conductor para comprobarlo. Hay poco respeto por las señales, poco respeto hacia las inclemencias del tiempo como la nieve, la lluvia o la niebla... en definitiva muchos piensan que ponerse al voltante es como ir en tiovivo. Esta noche presenciamos (Beni y yo) algo terrible. Paseábamos por las inmediaciones del restaurante San Miguel de Ribadeo en el puerto deportivo y de repente vemos como llega a la zona haciendo rally un coche negro, creo que era un Seat Ibiza... (digo el modelo por si alguien se lo encuentra de noche en esa zona) iba a toda velocidad, en la curva tuvimos que apartarnos a toda prisa por si el conductor perdía el control del coche y ocurría lo peor. Dos parejas más que salían del restaurante pudieron observar la lamentable escena y después comentarlo entre ellos. Una lástima que las fuerzas del orden público de Ribadeo no estuviesen por la zona para tomar nota y multar como se debe a estos suicidas al volante que luego se quedaron allí en el espigón no sé si pescando, bebiendo o fumándose algo. Me inclino más por las dos últimas opciones.
Al margen de esta desagradable experiencia, ayer Beni y una servidora nos fuimos de cenita a celebrar su santo (que es hoy) y el día de San Valentín (que aunque es mañana decidimos adelantar). Fuimos al San Miguel y probamos el menú degustación donde por 30 euros/persona te das un buen homenaje porque incluye entrante, primero, segundo y postre. Lo recomiendo. La comida riquísima, como siempre, y el trato también muy bueno. La crítica más gastronómica la dejo para Beni que tiene ya varias pendientes desde hace unos días. El fin de semana, para variar, nos vamos a Lugo y creo que mañana (si es posible) probaremos un lugar nuevo del que ya ha obtenido muy buenas referencias Nuria.
13/2/09
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