PAZ, TRANQUILIDAD Y SIN PRISAS

Paz, tranquilidad y sin prisas es la máxima con la que me quedé estas vacaciones. Desde que vivo en Ribadeo intento llevarla a la práctica, pero ahora mucho más. Se lo decía Paco a sus niños de 3 y casi 2 años hace unos días en Chiclana, y la verdad es que no hay mejor para inculcar y para no perder los papeles. Todos en la vida tenemos momentos de estrés, pero en dichos momentos u otros de acaloramiento nuestra mente no funciona igual, y lo más probable es que metamos la pata. Lo mejor es pensar bien las cosas, respirar muy profundo, contar hasta diez o hasta veinte y seguir adelante. He venido muy concienciada con la frase y me sirvió para, por ejemplo ayer, no emprenderla a golpes con el portátil cuando se repente el aparato se cansó y decidió tomarse unos minutos de relax, o con algún comercial que lleva meses para solucionarme un problema en la oficina y que el rapaz por mucho que diga creo que no será capaz de hacerlo. Ante estas y otras situciones lo mejor es lo que dice Paco: paz, tranquilidad y sobre todo sin prisas. Mensaje de buen andaluz.