CARRETERAS DESASTROSAS

Lo de las carreteras en la Mariña lucense es de traca. Viernes por la tarde, salimos rumbo a Coruña y vamos por la N-634 a coger la A-8 en Vilalba. Con lo que llovía era terrible circular y fue todo un poema llegar a la rotonda de enlace con esa autovía en A Espiñeira que está en obras. No había iluminación y la señalización era deficitaria porque además la carretera en ese tramo creo que está casi sin pintar. Vamos que te podías ir a la cuneta a la mínima de cambio. Seguimos circulando por esa carretera y en Mondoñedo nos encontramos con más obras, con el pintado hecho un desastre y deseando acabar el viaje sin empotrar el coche contra otro vehículo y sin caernos por un terraplén. Me parece una vergüenza que en esta Galicia en la que llueve y no poco esto no se tenga en cuenta a la hora de señalizar obras en carreteras tan importantes como esta. Hay que colocar señales luminosas y advertir de los peligros y, de no ser así, los agentes de Tráfico a los que tan poco se ve por esta zona habrá que enviarlos a que regulen la circulación en días como un víspera de festivo y viernes con los miles de desplazamientos que se produjeron por la zona. De la N-640 ya hablamos aquí en alguna ocasión, el otro vial que une Ribadeo con Lugo a través de A Pontenova y Meira. Las obras que se realizan entre estas dos localidades fueron paralizadas por Fomento, como ha llovido mucho el vial está lleno de socavones y han sido varios los conductores que han denunciado daños en sus automóviles. Los políticos tendrían que sonrojarse viendo problemáticas como estas, pero habrá que denunciar o esperar a que se produzca un grave accidente para que tomen cartas en el asunto. ¡Una lástima!