HOMENAJE EN RIBADEO

Además de todo el tiempo de ocio del que ya hablé antes, en Ribadeo estuvimos sábado y domingo para trabajar porque se celebraron los actos de homenaje al ex presidente del Gobierno, Leopoldo Calvo-Sotelo y Bustelo. El sábado se desarrollaron en dos escenarios: el ayuntamiento y el Cine Teatro. La casa consistorial se llenó de familiares y amigos, entre los que pudimos ver al ex ministro Francisco Álvarez Cascos con su compañera María Porto. Y ahora aquí voy a hacer crítica de la que le gusta a Nuria. Ella iba con traje de chaqueta y pantalón negro y unos tacones de vértigo. No me atrevo a decir cuantos centímetros medía aquello, pero yo me mareé solo de verlos pensando en que la caida podía ser terrible. Me parecieron ambos un poco estirados. Por Ribadeo se comenta que aquí tuvo su nidito de amor (el ex ministro) cuando comenzaba su relación con su ex mujer, Gemma Ruiz. La actual María, de cuerpo espectacular, pero creo que bastante retocada de cara que es lo que estaba la vista. Por lo demás, mucha elegancia en la familia homenajeada y los nietos de Calvo-Sotelo dieron un ejemplo de saber estar, a pesar de la corta edad de la mayoría de ellos. Y siguiendo con la crónica rosa, el domingo en el acto del puerto mucho político y política. Ellos casi todos de traje y corbata, con pocas excepciones como alguno que acudió en plan informal y algunas de ellas, por exceso o por defecto, creo que no estuvieron a la altura del acto. Iban o muy sport o excesivamente engalanadas. Y anécdotas hubo muchas, desde lapsus con algunos apellidos hasta la reivindicación de la hija del homenajeado porque alguién aludió a los 7 hijos y 21 nietos de Calvo-Sotelo, pero se olvidó de la única hija del ex presidente, pero ella se encargó de aclararlo al finalizar el acto "somos 7 chicos y 1 chica"... cosas que pasan. Los discursos en gallego y castellano o español, como prefieran. Unos utilizaron uno u otro idioma y el presidente de la Xunta empleó los dos.