BYE, BYE

El mes de enero en mi familia es un poco gafe. Después de pasarse un mes en el hospital y unos cuantos días en su casa, acompañada de los suyos, ayer se fue también la tía Magdalena. Emprendió el viaje que tantas veces había preparado con buen humor. Ahora ya era muy mayor, más de 90 años, pero hasta no hace mucho tiempo se acicalaba todas las noches antes de irse a la cama, se peinaba, se echaba colonia y hasta se pintaba los labios porque como ella decía "si me muero yo solita quiero que me encuentren guapa". Se fue acompañada y muy, muy guapa, según me contaba mi prima Juani ayer por la noche. La tía Magdalena era una mujer capaz de estar una hora contándote alguna de sus vivencias,con múltiples historias en el medio, pero siempre llegaba al final de lo que inicialmente te estaba contando. Cuando yo iba a pasar algunos fines de semana con ella, en mi época de estudiante en Madrid, o cuando volvía para examinarme me decía "no estudies tanto que tu te lo sabes todo, y escucha, escucha...". A pesar de su avanzada edad todos los veranos volvía de Madrid a Lugo, su tierra natal y a la que se sentía especialmente unida. Ahora volverá todas las veces que quiera a reunirse con sus padres, con sus hermanos y con el resto de la larga familia Saqués. Gracias tía por compartir tantos y tantos momentos conmigo y con nosotros.