DE FIESTA EN FIESTA

Por fin pasó diciembre... con tanta fiesta no hay cuerpo que aguante. Mi cumpleaños, las navidades, las salidas de fin de semana, esto es terrible para el cuerpo humano. Hay que ir empezando a ponerse un poco en forma, pero resulta que van y vienen los carnavales y antes ya hemos pasado por el cumpleaños de Aileen y de Toni, pero nos quedan todavía los de Miguel, María José y Víctor. Casi nada. La verdad es que nos lo pasamos bien en todos los que llevamos, pero este ritmo agota un poco. Y en febrero los carnavales, nos queda pendiente alguna cita en A Coruña... vamos que no paramos. En las navidades también aprovechamos para ver a algunos amigos que volvieron a casa como el turrón. Fue el caso de Suso. Para ver a otros con los que hacía meses que no coincidíamos como Quique, para desearle felices vacaciones a Rosario, que se fue a su tierra y que a punto está de volver y para disfrutar de Andrea, nuestra ahijada, y de las caritas que ponía al abrir los regalos que le dejaron Papá Noel y los Reyes Magos. Con ella fueron espléndidos, pero con los demás también. No hay queja. Y ayer nos visitó otro buen amigo Juan con el que compartimos café, rosquillas y un rato de interesante tertulia, al igual que la de esta tarde con Manolo. Seguiremos informado de vez en cuando... De las rutas gastronómicas nos mantenemos fieles a A Dorada do Cantábrico, el San Miguel, el Marinero... eso en Ribadeo. Y en Lugo visitamos, por fin, el tradicional bar Cotá. Éste último fue todo un descubrimiento. La cena del sábado estuvo muy bien, osea que habrá que repetir.