24/6/16

¿VALORES EN EL FÚTBOL?

Hace mucho tiempo que el fútbol ha dejado de ser deporte para convertirse en un lamentable espectáculo, algo que realmente me entristece. La imagen ofrecida por hinchas rusos e ingleses, entre otros, en la Eurocopa que se disputa en Francia deja mucho que desear. ¿A dónde vamos? ¿A disfrutar de un buen partido de fútbol acompañando a la selección de turno o a ponernos de alcohol hasta las cejas y a citarnos vía whatsapp con los ultras y radicales del equipo contrario para ver quién es el más fuerte, el más chulo? Me parece increíble que estos hechos se puedan producir en pleno siglo XXI como también me parece inconcebible que con la cantidad de fuerzas y cuerpos de seguridad que hay en las calles francesas y con los controles, que se supone, habrá en los campos de fútbol todavía algunos aficionados sean capaces de acceder a esos recintos con bengalas u otros objetos peligrosos. Lo dicho, el fútbol está ofreciendo la peor imagen de sí mismo al mundo. ¿Dónde quedan aquellos valores de los que presumen algunos clubes? Los primeros que tiene que dar ejemplo son ellos y sus fichajes, jugando al fútbol de forma limpia, sin trampas, sin mentiras, sin marrullerías… Si los ánimos se encienden en el césped luego no hay forma de parar a aquellos que buscan la más mínima excusa para discutir y para emprenderla a golpes con todo lo que encuentren a su paso, ya sean personas, ya sea mobiliario urbano. Hay actitudes de muchos jugadores que son más que cuestionables y que sus clubs no deberían permitir. Y si a todo esto añadimos el carácter y el pronto de algunos papás y algunas mamás que acompañan a los campos de fútbol a sus hijos, apaga y vámonos. Se ha visto y se ve de todo, hechos muy feos que no voy a reproducir. Hay progenitores que insultan desde las gradas al árbitro, a los adversarios, a los familiares y acompañantes de los rivales; son capaces de crispar el ambiente hasta la extenuación. Esos padres deberían tener prohibida su entrada en cualquier campo de fútbol, al igual que toda persona (ultra, radical…) que no sepa comportarse, que no sepa ser persona. Hay muchos valores y mucha educación que inculcar en los clubes de fútbol, desde los más grandes a los más pequeños. Ojalá algún día el fútbol vuelva a ser deporte, con mayúsculas. Lo demás es un espectáculo triste y lamentable, que se merece una reflexión por parte de todos nosotros.

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