RISAS, RISAS Y MÁS RISAS

Ayer un día de sol impresionante hasta mediodía y por la tarde nublado. Las temperaturas han subido un poco, pero hoy llueve en Ribadeo. De todas formas cambia el tiempo para mejor el resto de la semana, cosa que se agradece porque ir a la piscina con este frío otoño a las nueve de la noche tiene su mérito. De momento Sonia y yo estamos decididas a seguir y a no faltar. La verdad es que nos lo pasamos pipa porque además de nadar la monitora nos manda hacer ejercicios que a mi (y al resto) nos parecen difíciles, pero simpáticos y cuando te pones en trance es difícil no reírse. Como dice Sonia, si además de aprender a nadar en la piscina nos desestresamos y nos echamos unas risas pues mejor que mejor. Alguno, eso sí, pensará que somos idiotas o que la cosa no es para reirse pero sinceramente sí, porque conseguir guardar el equilibrio sentados en un churro, o sentados, de rodillas y de pie en una tabla tiene su aquel. Yo no puedo evitarlo y me parto de risa y como consecuencia trago más agua que otra cosa. Apostamos eso sí porque suban un poquito la temperatura del agua de la piscina porque ayer al parar nos congelábamos de frío. ¡Por pedir que no quede!
Por cierto, estos días he tenido noticias de dos amigas de las que hacía algunas semanas no sabía nada y me ha agradado mucho saber que todo les va bien. Son Marian y Mari Cruz. Una está en Madrid y la otra a caballo entre A Coruña y Santiago.