HINCHABLES EN LA PISCINA

El día de ayer fue intenso. Comida primero y café de trabajo después en el Parador de Turismo de Ribadeo, además de la jornada laboral habitual y por la noche piscinita. Es una cita a la que no quiero faltar porque me relaja un montón. Y allí nos tenían preparados unos hinchables en el auga para que disfrutásemos como niños, y lo hicimos o por lo menos lo intentamos. Yo la primera vez que tuve que escalar por el hinchable para luego lanzarme por un supuesto tobogán y deslizarme después por un agujero al agua no sé como hice pero mi rodilla izquierda me quedó allá arriba cuando yo ya estaba en el hueco rumbo al fondo de la piscina...¡ni siquiera tuve tiempo de ponerme las gafas!!!! pero allí al otro lado del hinchable estaba el monitor para rescatarme en caso de que fuese necesario. Las otras dos veces ya fueron más profesionales y lo hice sin problema. Lo mejor de todo, las risas que nos echamos porque niños, niños precisamente no éramos la mayoría de los que estábamos en la piscina. Pepita ya me dijo que había sido muy valiente para subirme a aquel aparato. Estuvo muy bien la experiencia porque hace unos años o unos meses ni siquiera lo hubiera intentado, pero aquí la nena se encuentra en mejor forma ahora y a la piscina de cabeza. Y hoy me cae otro invierno más encima, algún regalito ya he recibido y las felicitaciones de Beni, Mª José, Ana, Marisa, Patricia y de mi hermano. Han sido todos bastante madrugadores y eso que el día, como quien dice, está empezando. Las celebraciones las aparco hasta el fin de semana. Hoy toca trabajo y mañana fisio.