REGULÍN, REGULAR

El fin de semana se resume fácil. El viernes baloncesto y disfrutamos de lo lindo con el Breogán que de momento está imparable. Veremos que tal le va mañana contra el Cáceres de nuevo en casa. El sábado, compras varias, comida en casa y cena con Nuria en O Figón, un restaurante que ahora lleva el Grupo La Palloza que con tanto éxito dirige Ramiro López. Pero en este caso tengo que ser crítica, porque no es muy normal que llegues a cenar a las diez y media y salgas a la una de la mañana sin haber hecho tertulia de café ni nada parecido. Entre plato y plato pasó un mundo, y lo peor es que cuando debían traernos el segundo, de repente dicen que una de las cosas que habíamos pedido se les terminó. Me dio la sensación de que estaba mal organizado el tema, o que la cocinera no es tan efectiva... Esa mujer, la cocinera, salió hace pocos días en un periódico diciendo que lleva 22 años en el Grupo La Palloza y que estuvo al frente de la cocina de la Casa Grande de Nadela, donde las bodas podían reunir a unos 200 comensales. He de decir que las bodas a las que fui allí en la época de La Palloza estuvieron fenomenal, pero a esta señora el sábado le pasó algo. O la cocina se le quedó pequeña para organizarse, porque como mucho habría 40 comensales y eso tirando por alto. O dejó a la sustituta o las cosas pequeñas le quedan grandes. Le daremos una segunda oportunidad porque la comida estaba muy rica, pero el resto regular y eso por ser benévola.